jueves, 23 de octubre de 2008

De OlvidoS

Era el momento de sentir y sintió.
Más allá de todas las necesidades.
Fue.
Más allá de hábitos y costumbres,
por unos segundos, fue,
y tuvo un nombre propio,
verdadero.
y durante ese escaso minuto
no tuvo lástima de si
y se vio feliz,
Real
Vigente.
Pero de tan sentido,
real,
verdadero,
auténtico,
no fue creído
y optó por ser como antes.
Solamente Humano.
Entonces habló:

Me pedís cuentos y soy tal.
Vosotros me fabricáis y moldeáis
de acuerdo a vuestras necesidades
y soy tal cual me veis.
Cumplo con las normas que vosotros marcáis.
Ya no puedo ser vuestro amigo.
Solamente vuestra obra.
Y luego olvidó
pues el olvido era mejor que recordar,
Y fue uno más entre tantos que no son.
Gastó sus horas sin pensar.
Almorzó a las doce en punto y engordó.
Tuvo familia,
un dulce hogar,
hizo el amor.
Más nunca amó.
Tuvo su cuenta bancaria.
Envejeció.
Esperó la muerte pensando que nunca iba morir.
Y así murió.